Panorama Católico

El Papa, la FSSPX y un Camino que Comienza

Después de la anunciada reunión del 29, ambas partes acordaron escuetas declaraciones de prensa. Ambos textos y el eco que han tenido en la prensa manifiesta hasta que punto los intereses ideológicos pueden influir en estas tratativas.

Escribe Marcelo González

Después de la anunciada reunión del 29, ambas partes acordaron escuetas declaraciones de prensa. Ambos textos y el eco que han tenido en la prensa manifiesta hasta que punto los intereses ideológicos pueden influir en estas tratativas.

Escribe Marcelo González

El lunes 29 se produjo, como anticipáramos desde estas páginas, la reunión entre Mons. Bernard Fellay y el Santo Padre Benedicto XVI en el Palacio Apostólico de Castelgandolfo. Participaron también el Card. Darío Castrillón Hoyos, Prefecto del Clero y Presidente de la Comisión Pontificia Ecclesia Dei y el P. Sélégny, Secretario General de la FSSPX.

El encuentro duró 35 minutos. En tan breve lapso no habrá sido posible conversar sobre temas tan complejos in extenso. Se ha tratado, sin duda, de la culminación de una serie de contactos previos, conforme la praxis diplomática habitual.

Como sosteníamos en nuestra nota anterior, este encuentro puede interpretarse como el fin o conclusión de algunas tratativas previas o el puntapié inicial de acciones futuras. El tenor de los comunicados oficiales, el de la Santa Sede y el de la Casa General de la FSSPX permiten ambas interpretaciones al mismo tiempo.

Consideremos, por un lado, la declaración del Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Dr. Joaquín Navarro-Valls.

«El Santo Padre Benedicto XVI ha recibido esta mañana, en el Palacio Apostólico de Castelgandolfo al Superior General de la «Fraternidad San Pío X», Mons. Bernard Fellay, quien había solicitado la audiencia. El Papa fue acompañado por el Excmo. Sr. Cardenal Darío Castrillón Hoyos, presidente de la Pontificia Comisión «Ecclesia Dei».
El encuentro se desarrolló en un clima de amor por la Iglesia y deseo de arribar a la comunión perfecta.
Conscientes de las dificultades, se ha manifestado la voluntad de proceder gradualmente y en tiempos razonables.

Por otra parte, la declaración de Menzingen dice -tan escueta como la vaticana- palabras muy similares:

FSSPX. Declaración de Prensa

Albano Laziale
29 de agosto de 2005

Hoy, Mons. Bernard Fellay, Superior General de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X se reunió con el Santo Padre Benedicto XVI en su residencia de Castelgandolfo. A final de la audiencia, realizó la siguiente declaración.

La reunión duró unos 35 minutos. Se desarrolló en un ambiente sereno.
La audiencia fue una ocasión para que la Fraternidad manifestase que ha estado hasta hoy -y lo estará siempre- unida a la Santa Sede, a la Roma Eterna.
Hemos abordado las serias dificultades, ya conocidas, en un espíritu de gran amor a la Iglesia.
Hemos arribado a un consenso sobre el hecho de proceder por etapas en la resolución de los problemas
La Fraternidad San Pío X ruega para que el Santo Padre encuentre la fuerza para poner fin a la crisis de la Iglesia, «restaurando todas las cosas en Cristo».

+Bernard Fellay,
Superior General de la Fraternidad San Pío X.

Notamos que los comunicados son casi idénticos, pero con interesantes matices: la Santa Sede realza el deseo de arribar a la comunión perfecta, en tanto la FSSPX manifiesta «que ha estado hasta hoy -y lo estará siempre- unida a la Santa Sede, a la Roma Eterna».

El comunicado vaticano atenúa los problemas («Conscientes de las dificultades») en tanto la FSSPX las subraya (Hemos abordado las serias dificultades, ya conocidas), aunque ambos coinciden en que todo se ha hecho en un «clima/espíritu de amor/gran amor por la Iglesia».

Finalmente ambos manifiestan un consenso para abordar los problemas gradualmente y la FSSPX su constante oración para que el Santo Padre pueda encontrar el modo de poner fin a la crisis de la Iglesia.

Obviamente que la «crisis de la Iglesia» no es el problema de la FSSPX, sino aquello que lo ha generado: la confusión, el abandono de la Fe, los desordenes morales y litúrgicos generalizados.

Después de 17 años, finalmente, se ha logrado poner un fundamento, establecer en el más alto nivel un terreno común para el abordaje de los problemas. ¿Se tratará de un acuerdo diplomático? Creemos que no, o al menos no meramente diplomático, puesto que esto ya se ha intentado antes sin éxito.

Sin duda habrá algunas concesiones como por ejemplo el levantamiento de las sanciones canónicas que pesan sobre los obispos y sacerdotes de la FSSPX. Sin duda se trabajará en algún documento -ardua tarea, que irritará a muchos episcopados- que garantice la libertad de rezar al misa según en Rito Tridentino a cualquier sacerdote que desee hacerlo.

Estos dos pasos parecerían ya acordados o muy cercanos, a juzgar por el tenor de los comunicados y el compromiso personal que supone una reunión pública (con Juan Pablo las había habido, pero discretas) entre el Papa y el obispo que -la mayoría de los fieles presumen. Lidera un «cisma». Ellos envían un mensaje al reunirse. En este mundo dominado por la imagen y el gesto, la reunión ya es en cierto modo un mentís a la teoría de que el tradicionalismo está fuera de la Iglesia. Es un paso que dice mucho más que los comunicados, aunque entre líneas ellos ya lo sugieran.

Pero sigue en pie la cuestión crucial para muchos católicos: ¿cuáles son las bases del acuerdo que posibilitó esta reunión? A nuestro ver, el terreno común que se ha logrado para iniciar este diálogo es la también común preocupación por la crisis de la Iglesia y la importancia que tiene en ella el problema litúrgico.

La Fraternidad no quiere un «arreglo diplomático», aunque no menosprecie la importancia de recuperar un estatus canónico regular. Quiere un debate doctrinal. Sin duda las posiciones tendrán «serios problemas» para conciliarse, muchos escollos para avenirse completamente, pero ahora ambas partes están dispuestas a hablar de los temas de fondo. Y esto es lo novedoso.

Vover a la Portada

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *