Bufonada Blasfema de Nacional-Socialistas Catalanes
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La coalición de nacionalistas y socialistas, que por razones de brevedad llamaremos nacional-socialistas, que gobiernan la Generalitat catalana está formada por socialistas (PSC-PSOE), nacionalistas (ERC) comunistas y verdes (ICV). Cataluña se ha convertido en la región más liberal de Europa, superando con creces a Holanda. Es de destacar la nula acción de la Iglesia, que era ya un desaguisado bajo el arzobispo Ricard María Carlés, hombre de corte conservador pero sin dotes de gobierno. Y el actual… Nunca se ha puesto sanción alguna a los curas díscolos, apenas si queda alguna vocación y la práctica religiosa se ha desplomado. Se dice que en las grandes ciudades como Barcelona (Sabadell, Hospitalet) los rezos del Rosario se realizan en casas privadas, porque a los párrocos no les da la gana de permitirlo en las iglesias. Luego el pueblo elige gobernantes como estos… y nadie acierta a explicarse la causa. |
Bufonada en las calles de Jerusalén
La bufonada protagonizada al alimón por Pasquall Maragall y Carod Rovira -los socios que apoyan al Gobierno socialista y con los cuales Zapatero pretende hacer una política de Estado- está divirtiendo mucho a los fotógrafos, pero tendrá consecuencias. El presidente de Israel transmitirá mañana a Maragall su protesta por el texto del Ayuntamiento de Barcelona que equipara el muro de Cisjordania con el Holocausto. El Ministerio de Exteriores español ha pedido a la embajada española en Tel Aviv que explique por qué retiró ayer la cinta con los colores de España de otra ofrenda floral para no molestar al líder de ERC. Y el Gobierno hebreo considera «inaceptable» que Carod se retirara del homenaje al fallecido Isaac Rabin porque no ondeaba allí la bandera catalana.
Y para rematar la faena, Maragall retrató ayer en las calles de Jerusalén a Carod-Rovira con una corona de espinas sobre su cabeza, sin tener presente que los católicos consideran esos símbolos sagrados. Si los israelíes conocieran a estos dos personajes, no se habrían sorprendido porque ambos son dos nacionalistas de campanario, que se afanan por llevar a cualquier lugar del mundo sus pequeños e imaginarios agravios.
Y no ha sido ese el único incidente de la jornada. Ayer sábado, en la Cripta de los Recuerdos en el nuevo Museo del Holocausto, en Jerusalén. De la corona de flores dispuesta para el acto en memoria de los seis millones de judíos víctimas del horror nazi, el propio personal de la Embajada de España procedió a retirar la cinta adornada con la bandera nacional y sólo dejó la que lucía la senyera.
Fuentes oficiales del Palacio de Santa Cruz aseguran que se trató de «un error» y que el embajador español, Eudaldo Mirapeix, había dado orden de que figuraran las dos banderas en la ofrenda floral.
Pese a ello, el Ministerio considera que «el incidente tiene su relevancia» y, en consecuencia, el ministro, Miguel Angel Moratinos, ha pedido al embajador que le remita de inmediato un informe detallado con todo lo ocurrido en el que explique por qué la cinta con los colores nacionales fue retirada.
Por parte israelí, un portavoz oficial de la embajada explicó ayer a este diario que «Israel no considera correcto entrar a calificar un asunto interno como es el de las banderas pero, de la misma manera cree que es muy desafortunado, inadecuado e inaceptable utilizar el homenaje a un primer ministro israelí asesinado para expresar protestas de este tipo».
También desde la embajada se apunta que el Estado de Israel siempre ha considerado que el viaje del presidente de la Generalitat Pasqual Maragall y su delegación era una visita de trabajo de «dirigentes españoles» y, en consecuencia, tal y como establecen las normas de protocolo aceptadas internacionalmente, la bandera que debía ondear junto a la israelí era la del Estado homólogo al que responde la nacionalidad de los visitantes, es decir, la bandera española.
El enfado del Gobierno hebreo, sin embargo, no se limita sólo al hecho de que Carod intentara trasladar una guerra de banderas al homenaje en memoria de Rabin. La reciente publicación por el Ayuntamiento de Barcelona de un manual sobre el Holocausto destinado a los estudiantes de secundaria ha suscitado algo más que simple malestar.
En el citado texto, presentado el pasado 3 de mayo por el Ayuntamiento de Barcelona y la Asociación Amical Mauthausen, se explica en una serie de páginas la deportación y las penurias vividas por los republicanos españoles en los campos de concentración alemanes.
La tragedia que vivieron, se señala en el libro, tiene «muchas similitudes» con otros dos acontecimientos de actualidad: la construcción del muro entre Cisjordania e Israel ordenada por Ariel Sharon, «a modo de valla de seguridad para evitar atentados terroristas», puntualizan los israelíes, y con el encarcelamiento de presuntos terroristas talibán en la prisión de la base de Guantánamo.
El embajador de Israel en España, Victor Harel, ha remitido una carta al alcalde de Barcelona, Joan Clos, expresando su «protesta en los términos más firmes» y exigiendo la retirada de las escuelas del citado manual. En la carta se califica la comparación que se hace en el citado manual como «ilegítima e inmoral».
Fuente: Periodista Digital
Quién es quién
Josep Lluis Carod-Rovira es secretario general de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), partido separatista y masón (un triángulo con la bandera catalana es su símbolo). ERC participó con el PSOE en un golpe de estado en 1934. Su jefe durante esa época, Lluis Companys, era un separatista feroz y responsable de cientos de asesinatos y saqueos; fue fusilado en 1941 en Barcelona.
Carod es aragonés e hijo de guardia civiul, pese a lo cual se ha convertido en dirigente catalanista. Negoció con los jefes etarras que Eta no asesinase en Cataluña; el resto de España les importaba un comino. Su partido es visceralmente anticatólico. Varios de sus diputados en las Cortes se sentaron durante el minuto de silencio en honor de Juan Pablo II. Recuerda lo que sacaste de su portavoz J. Puigcercós; éste propuso a los católicos catalanes que montasen una iglesia nacional.
Pasqual Maragall es socialista y señorito (nada nuevo). Cree que tiene una misión y se dice que es alcohólico, cosa que toda España cree debido a sus declaraciones. Maragall (Partido de los Socialistas Catalanes-PSOE), como casi todos los dirigentes socialistas catalanes, es catalanista y señorito; en la transición éstos, el PSC, que cabían en un taxi, se hicieron con el control del PSOE, votado por los emigrantes andaluces y murcianos y por catalanes de izquierdas no nacionalistas, y desde entonces aplican política catalanista (burguesa y egoísta) con votos de obreros. ¡Un modelo increíble!


